domingo, 3 de octubre de 2010

Haciendo hueco al cine.

Bueno, ya que tengo que escribirlo igual, voy a compartir con vosotros las críticas cinematográficas que tenga que hacer durante el curso. La primera es "Historias de Filadelfia". Siempre recomiendo que veáis la peli, sobre todo antes de leerlo. Además, mi opinión nunca debe ser factor determinante para ello, sigue siendo buen cine. Ahí va:


FICHA TÉCNICA
  • Título: Historias de Filadelfia (The Philadelphia Story, 1940).
  • Director: George Cukor.
  • Guión: Donald Ogden Stewart.
  • Reparto: Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey.
  • Producción: Joseph L. Mankiewicz.
  • Mi valoración sobre 10: 7,8



SE ABRE COMILLAS: “¿QUIÉN HABLA DE DIVISIÓN DE CLASES”

La boda del año, periodistas con sed de información y un ex marido con vengativo: ¿un reportaje de prensa rosa? No, Historias de Filadelfia, un film dirigido por George Cukor que bien podría calificarse como la comedia romántica de los años 40. El elemento principal, la boda entre Tracy Lord (Katharine Hepburn, Mogambo) y George Kittredge (John Howard), ambos personalidades sobresalientes en la Filadelfia del momento. Sin embargo, la aparición de su ex esposo, C.K Dexter Heaven (Cary Grant, Charada), provoca que una boda de ensueño tenga el riesgo de convertirse en un reportaje de dominio público para la revista del corazón Espía, contratando a dos periodistas para ello (James Stewart y Ruth Hussey).

Lo que se presenta como una historia propia de un culebrón, va delimitando una película bien estructurada, con una introducción, nudo y desenlace, propia del buen cine clásico. Un film social que dibuja perfectamente al colectivo del momento basado en la definición de clases y estereotipos, aderezado con una prensa dispuesta a difundir los secretos más profundos de una familia.

Interpretativamente, un personaje como Macauley Connor (Stewart), no pasa desapercibido: Con un humor sarcástico y amargo, no sólo es capaz de conquistar a la protagonista, sino que hace las delicias del espectador, despertándole de su estado de ensoñación que en ocasiones provoca el film. Hepburn, muy cómoda en su papel Tracy, da una lección de interpretación impecable, al mostrar la doble cara del personaje a la perfección: fría por fuera, y ardiente por dentro. Tampoco pasamos por alto la presencia de Ruth Hussey (señorita Imbrie), destacable incluso por encima de Cary Grant (Heaven), el cual, en esta ocasión, pasa desapercibido en su papel de galán, al cual nos tiene acostumbrados.

Y he aquí el elemento chirriante: si parecía una película que invitaba a rechazar la división de clases con un matrimonio entre un escritor y una dama de la alta sociedad… ¿por qué este final? Tres palabras: predecible, insulso y decepcionante, con un giro de guión más que forzado en el que Cary Grant le echa “morro al asunto” y se queda con la chica.

En definitiva y sin desmerecer la calidad de la cinta lo cual es indudable, un final que encajaría a la perfección dentro de la definición de “tópico sin precedente”.