lunes, 1 de noviembre de 2010

Genio y figura


María vive sola en casa. Debido a sus incapacidades para poder defenderse físicamente por sí misma, tiene a una mujer que la cuida y le hace las labores hogareñas dentro de una franja horaria establecida; tiene unos 85 años. Es muy concienzuda, lista y sabe lo que quiere; no deja que nadie le tome el pelo a pesar de su edad... y es que por mucha carencia de oído que tenga, una no es tonta.

Hoy la visitan sus nietos, hijos de Javier (el tercer hijo de cuatro hermanos). María, ante la sorpresa, los recibe con una amplia sonrisa y envuelta en sus múltiples mantas que no desentonan nada con el caldeado ambiente de la estancia. Básicas cortinas blancas, varias fotografías, una mesa con varias sillas, una televisión y dos sillones son lo que conforman el habitáculo en el que María pasa la mayoría de su tiempo.

María pregunta, quiere saber. Qué tal sus nietos, los estudios, la familia; dice que habla con su hermana todos los días por teléfono (Ciudad Real, su lugar de nacimiento, queda lejos). Debido al interés de la anciana, su nieto le manifiesta la intención de afiliarse al Partido Comunista; María, ferviente socialista, no lo desaprueba, pero con abierta sinceridad, confiesa: "Hijo, si tienes las ideas claras, no hay necesidad de atarte a nada, y menos hoy en día".

Palabras que suenan con precisión y contundencia, todo lo que le falta a María en las manos, afectadas por una artrosis desde hace años. Palabras que vienen acompañadas de una nostalgia, dolor y recuerdos que muchos como ella prefieren olvidar; palabras con las que María echa la vista atrás y no puede evitar el recordar una lucha que mantuvieron muchos como ella desde hace años por la libertad, en una represiva España que muy lejos queda ahora. A María se le advierten los ojos llorosos al recordar como a uno de sus primos más cercanos "de puño cerrado" afirma, lo encarcelaron durante 3 días y fue condenado a pena de muerte 3 veces. "Se salvó, pero lo pasamos muy mal", cuenta, mientras sus nietos la escuchan con atención. En continuo plano político manifiesta su opinión política: "porque ahora ser socialista, ya no es como antes, pero mantengo mis ideas y no voy a dejar que se las lleve un voto en blanco". Lo dice mientras la televisión hace mención como es normal estos días, a Marcelino Camacho: "pobre Marcelino" añade, al no poder contener su emoción.

Para evitar más sentimentalismos, María se desvincula de la política, que buena protagonista ha sido de su vida; pregunta a sus nietos, ellos les cuentan. Recuerdan viajes, experiencias, y todo en un corto período de tiempo... lo que da una visita ocasional. María mira a su nieta de 20 años y no puede evitar esbozar una gratificante sonrisa. Era su viva imagen, y todos lo sabían; para no desaprovechar la ocasión, le manda traer las cajas de fotos: retratos que conforman una infancia, una juventud, y una madurez que ahora se manifiesta en cada una de esas canas, en cada una de esas arrugas. Marcas de la vejez, marcas de la sabiduría, y marcas de que ante todo fue un genio y figura, aunque sólo fuera, según ella, para su marido y sus hijos.

Lo que María no sabe es que también para su nieta.

martes, 19 de octubre de 2010

Grandes hermanos, grandes ineptos.


Es insoportable.
Acaba de comenzar la nueva edición de Gran Hermano. Doce ya, parece mentira. No parece mentira en el sentido de "¡cuántos programas!", sino en el sentido de "PARECE MENTIRA QUE TODAVÍA ESA DESFACHATEZ TENGA SALIDA EN EL MERCADO TELEVISIVO".

Y es así, y cada día estos programas por desgracia tienen un mayor seguimiento, y me parece horrible. Siento ser tan clara, pero me es tan superior ver cómo 15 personas metidas en una casa cobrarán una cantidad de dinero considerable (unos 36 mil euros) por hacer... ¿nada? Hombre, si se le expulsa, se le reduce un 75% (qué pena); para mi, sigue siendo nada. Para otros es "La tarea de convivir, que es muy difícil".

¿Difícil? Difícil es vivir en un piso de 30 metros cuadrados, con un sueldo mileurista y sin poder llegar a fin de mes: ESO ES DIFÍCIL, y muchas personas pasan por eso, y NO COBRARÁN POR ELLO.

Lo peor de todo no es que este tipo de realitys se lleven a cabo, sino que tenga una audiencia desbordante durante sus varias emisiones: "el programa más longevo de la televisión", afirman; si han habido hasta doce, será porque cada vez lo ve más gente. No os voy a negar que lo haya visto alguna vez, la primera edición... y tuve bastante; gracias a dios supe llegar a la conclusión que eso no era lo que yo quería ver, ni transmitía unos valores decentes, si es que transmiten alguno.

Personalmente es un sinsentido: no le veo entretenimiento alguno, ni tampoco veo que aporte nada a nadie. Para ver a 15 holgazanes en una casa...gracias, pero tengo mejores cosas que hacer: ¿nadie se da cuenta o qué? Programa que mueve masas: programa que mueve mucho dinero: ¿gracias a quién? a una panda de zombies que se sientan cara al televisor y esperan que llegue el día de mañana para comentar la expulsión de la noche o el nuevo peinado de maripuri. Y mientras, los ejecutivos de turno, se frotan las manos viendo como los audímetros suben y suben, y sus bolsillos se llenan y llenan.

He dicho.



domingo, 3 de octubre de 2010

Haciendo hueco al cine.

Bueno, ya que tengo que escribirlo igual, voy a compartir con vosotros las críticas cinematográficas que tenga que hacer durante el curso. La primera es "Historias de Filadelfia". Siempre recomiendo que veáis la peli, sobre todo antes de leerlo. Además, mi opinión nunca debe ser factor determinante para ello, sigue siendo buen cine. Ahí va:


FICHA TÉCNICA
  • Título: Historias de Filadelfia (The Philadelphia Story, 1940).
  • Director: George Cukor.
  • Guión: Donald Ogden Stewart.
  • Reparto: Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey.
  • Producción: Joseph L. Mankiewicz.
  • Mi valoración sobre 10: 7,8



SE ABRE COMILLAS: “¿QUIÉN HABLA DE DIVISIÓN DE CLASES”

La boda del año, periodistas con sed de información y un ex marido con vengativo: ¿un reportaje de prensa rosa? No, Historias de Filadelfia, un film dirigido por George Cukor que bien podría calificarse como la comedia romántica de los años 40. El elemento principal, la boda entre Tracy Lord (Katharine Hepburn, Mogambo) y George Kittredge (John Howard), ambos personalidades sobresalientes en la Filadelfia del momento. Sin embargo, la aparición de su ex esposo, C.K Dexter Heaven (Cary Grant, Charada), provoca que una boda de ensueño tenga el riesgo de convertirse en un reportaje de dominio público para la revista del corazón Espía, contratando a dos periodistas para ello (James Stewart y Ruth Hussey).

Lo que se presenta como una historia propia de un culebrón, va delimitando una película bien estructurada, con una introducción, nudo y desenlace, propia del buen cine clásico. Un film social que dibuja perfectamente al colectivo del momento basado en la definición de clases y estereotipos, aderezado con una prensa dispuesta a difundir los secretos más profundos de una familia.

Interpretativamente, un personaje como Macauley Connor (Stewart), no pasa desapercibido: Con un humor sarcástico y amargo, no sólo es capaz de conquistar a la protagonista, sino que hace las delicias del espectador, despertándole de su estado de ensoñación que en ocasiones provoca el film. Hepburn, muy cómoda en su papel Tracy, da una lección de interpretación impecable, al mostrar la doble cara del personaje a la perfección: fría por fuera, y ardiente por dentro. Tampoco pasamos por alto la presencia de Ruth Hussey (señorita Imbrie), destacable incluso por encima de Cary Grant (Heaven), el cual, en esta ocasión, pasa desapercibido en su papel de galán, al cual nos tiene acostumbrados.

Y he aquí el elemento chirriante: si parecía una película que invitaba a rechazar la división de clases con un matrimonio entre un escritor y una dama de la alta sociedad… ¿por qué este final? Tres palabras: predecible, insulso y decepcionante, con un giro de guión más que forzado en el que Cary Grant le echa “morro al asunto” y se queda con la chica.

En definitiva y sin desmerecer la calidad de la cinta lo cual es indudable, un final que encajaría a la perfección dentro de la definición de “tópico sin precedente”.




jueves, 30 de septiembre de 2010

Murallas quebrantables, cimas alcanzables

La vida es todo un misterio. Muchas veces hace que nos sintamos las personas más afortunadas del mundo: tenemos amigos, un hogar al que volver cada día...o simplemente nos nutre de esos aspectos que hace que no queramos nada más. Somos felices, plenamente felices, y pensamos que nadie puede hacernos bajar de nuestra nube de infinita felicidad: nos sentimos poderosos.


Estamos equivocados.


La vida misma, encontrándonos así con una gran paradoja, hace que nos sintamos como unos completos desgraciados cuando parece que todo va estupendamente: de repente parece que una amistad se derrumba, otras que tu familia no te valore como esperas, todo a la vez, y mil cosas más que hacen que caigas al suelo, una y otra, y otra, y otra vez.


Sin descanso.


Equivocados otra vez.


Tú, que cada vez que caes, te dejas llevar con el peso de tu cuerpo hasta el suelo, porque no puedes más.

Tu, que piensas ser incapaz de alcanzar tus aspiraciones, que piensas que la opinión de cualquiera es válida cuando te dicen que “no vales”.

Tú, que construyes un muro cada vez que un obstáculo se te presenta en el camino de la vida, dejándote ciego, sordo, agotado, exhausto.


DERRÚMBALO.


Esta vida es maravillosa, y una de las razones es porque nos da la satisfacción de devolverle la bofetada cada vez que nos da la espalda, ya sean una o mil veces.


No te equivoques.


DERRÚMBALO.


Hay un largo camino hasta la cima,
pero nadie ha dicho que sea fácil alcanzarla.






Si seguís este enlace, escuchareis una canción que resume claramente el contenido de esta entrada.
Eso sí, dejad a un lado prejuicios, y leed.

martes, 28 de septiembre de 2010

Querida Miss Dalloway

Pasa el tiempo y todavía pienso en ti. Creo que nunca he dejado de hacerlo. Buceo en cada rincón de mi mente, y todavía me pregunto si fui la causante de todo: la causante de que desaparecieras de mi vida.

Desde un primer momento el odio y el dolor se apoderaron de mí, y yo misma quise borrarte de mi mente. Sin embargo, muchos momentos quedan en el recuerdo; momentos que no olvido, momentos de los que no me arrepiento. Y qué le voy a hacer si a veces sin querer, o queriendo, todo me recuerda a ti: un lugar, una expresión o una simple palabra.

Ciertamente no sé cómo reaccionaría si volviera a verte, probablemente como la última vez: Se me aceleraría el corazón, me temblarían las piernas y se me cortaría el habla al instante. Expresión de piedra la llaman.

Tal vez te gritaría, tal vez te abrazaría o tal vez simplemente saldría corriendo, porque tengo miedo que de que tus ojos me digan que me has olvidado.

Muchas veces me preguntan por qué me pregunto estas cosas.
Será que te echo de menos, a pesar de todo.

Por último, dejo una cita de "Las Horas", de Virginia Woolf:

“Mirar la vida a la cara, siempre; siempre hay que mirarla a la cara y conocerla por lo que es; así podrás conocerla, quererla por lo que es y luego guardarla dentro; guardar los años que compartimos, guardar esos años, siempre; y el amor, siempre; y las horas…”

Un desfile de personalidad.


Ayer fui consciente de algo muy importante: en esta vida parece que estamos obligados a ser alguien. No estoy haciendo referencia a esa frase que nuestros progenitores nos repiten día a día durante todo lo que dura nuestra formación académica: "Debes estudiar para llegar a ser alguien en esta vida"; no. Me estoy refiriendo a la acción de ser alguien por influjo social masivo.
Os describiré la situación:

Fui a recoger a mi hermano al instituto (en el que un día realicé mis estudios debachillerato), cuando al dar las cuatro y media de la tarde, fui testigo de un desfile en toda regla. No un desfile propio de la pasarela Cibeles, sino más bien un desfile propio de un circo: Conforme avanzaban los cursos y la inocencia iba perdiendo protagonismo, los Chicos y chicas con largas melenas, cadenas y pinchos; otros con peinados engominados o camisas a cuadros, chicas con enormes gafas de pasta negra, hacían su aparición en grandes grupos homogéneos y consolidados.

Entonces recordé mis tiempos en el instituto donde vestir de cierta forma y relacionarte con ciertas personas te asignaba un rol dentro de las esferas estudiantiles, y por tanto, determinaba tu lugar hasta acabar los estudios: te definía como persona, o como nada.
¿Propio de una película americana? Sin ir más lejos.

Sin embargo, acabas los estudios, y comienzas nueva etapa, universidad... trabajo tal vez. y de pronto eres consciente de que las personas van y vienen. Dejan huella o no en tu vida, significan algo, o pasan como fantasmas sobre tu existencia... y durante su transcurso llevas vaqueros, chandal, traje y americana.

















Lo que queda después de mucho tiempo eres tú, y nadie más.
No pretendas cambiarte con un disfraz.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Dónde están la egalité, liberté y fraternité, señor Sarkozy?

Desde siempre he deseado visitar América, el continente del que emana todo el poder económico del mundo actual. Hollywood, Los Ángeles, San Francisco, Elvis, Las Vegas, Nueva York, La casa Blanca, California... En resumen, saber de todos sus fantásticos lugares y vivirla al límite.
Podría estar hablando de vivir el sueño americano.

Por otra parte, los americanos hablan de venir a Europa para vivir gratas y nuevas experiencias, a encontrarse a uno mismo, a emprender nuevos caminos... a vivir la vida en definitiva, pues hablan de Europa como un rico continente que visitar.

Hablan de Roma, hablan de Londres, de Praga, de Grecia... y de París. De París, la ciudad del amor, la ciudad para vivir al límite y saborearla en cada uno de sus rincones.

Ahora mismo la pesadilla europea.

Sinceramente ahora no quiero enamorarme en una ciudad donde no hay igualdad; no quiero vivir al límite en París porque temo que me echen como fruto de una de esas embolias autoritarias (destinadas a ganar votos populares), y no quiero saborear cada uno de sus rincones ahora llenos de amargura, imposición y discriminación.

Ahora no. Quiero un París igual, quiero una Francia libre, una Europa que luche por ella.
Qué pena que el señor Sarkozy haya olvidado aquello que dijeron sus patriotas allá por 1789:


Liberté, egalité y fraternité.







jueves, 16 de septiembre de 2010

Lady Gaga: ¿Carne de cañón?

En los MTV Video Music Awards Lady Gaga hizo acopio de su excentricidad luciendo un vestido hecho de carne cruda, muy similar con el que posó para la portada de VOGUE Japón. Como curiosidad, el diseñador había pasado 3 horas antes del show en una cámara refrigeradora cosiendo el modelo para que estuviera listo para la cantante a la hora de la gala.

Al terminar el evento, la artista fue entrevistada por Ellen DeGeneres, la cual formuló la pregunta que todos esperaban: ¿cuál es el sentido de este vestido? Ella contestó: "Como sabes, soy la persona de más libre pensamiento en la tierra. Tiene muchas interpretaciones, pero para mi esta noche es que si no luchamos por lo que creemos y si no lo hacemos por nuestros derechos, pronto tendremos tantos como la carne en nuestros huesos".

Estás declaraciones al igual que la aparición del "modelito", han provocado mil y una controversia, pero no pocas para las que estamos acostumbrados viniendo de la cantante estadounidense de origen europeo. Para unos es un puro insulto, para otros pura provocación, para muchos una genialidad, y para bastantes también una aberración.

Sin embargo, no hay ninguna ley que prohíba defender lo que uno cree de la manera que mejor sabe, y menos cuando se trata de los derechos humanos, por los que se ha luchado y sigue luchando actualmente.

Chapó, Lady Gaga.


lunes, 13 de septiembre de 2010



El hombre siempre acaba por toparse con la realidad: ya fuera hace 20 años, ya fuera en un 2010 que creíamos lejano, pero esta está ahí de forma permanente.

El ser humano puede entender el significado de un "no", pero tal vez no encuentre el sentido ni el por qué de ese monosílabo. Se queda sin palabras, no sabe expresar el sentimiento, pero lo siente: la negación por parte de otro individuo, y una sensación que duele, confunde o engaña.

Gracias a Dios el poder de un relato puede conducirnos hasta la necesidad de darle sentido a una realidad que, de forma tan impredecible, se muestra ante nosotros.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Como en casa. Como en Tiffany's


"Los días rojos son terribles y en esos momentos lo único que me viene bien es ir a Tiffany's, porque nada malo me puede ocurrir allí".
Truman Capote, Desayuno en Tiffany's.

Así describió Truman Capote a través de Holly Golightly la tienda Tiffany's, un lugar en el que poder respirar cuando todo va mal; no cuando estás triste y ya está, si no cuando te apetece gritar al mundo que sigues aquí, que tienes mucho que decir, y que puedes decirlo con toda libertad. Un lugar en el que ser tu mismo. Sin embargo, para mi no solo será un lugar en el que poder descargar mis emociones más negativas, sino en el que poder expresar lo que quiero, como quiero y sobre lo que quiero.