sábado, 29 de octubre de 2011

Mucho de todo, poco que valga la pena

Voy acabando la primera temporada de Crónicas Vampíricas...

Esto me ha llevado a pensar sobre la amplia temática de las series y la sobreexplotación de la misma que existe; ¿qué mujer no ha querido calzar los Manolo Blhanik de Sarah Jessica Parker? ¿quién no se ha tragado MIL veces Friends? ¿quién no ha tenido su época vampírica y ha vuelto a repetir serie de vampiros? y quién, por dios, ¿quién no ha pensado que cada uno de los policías, médicos, forenses antropólogos, detectives que abundan en las pantallas, ¡son la leche de listos!, y no nos cansamos de ellos? Resspuesta: TODOS; o un 80% al menos.

Y es que nos tragamos lo que sea; Muchas han marcado una época en la vida de mucha gente: Friends consiguió hacerse con la referencia de serie cómica "made in América", en mi opinión incluso por delante de Cheers; Perdidos consiguió que medio planeta se comiera el coco con su compleja (para mí nada interesante) trama; o piezas como House, que hicieron que muchas personas se plantearan eso de darle un puñetazo a su médico si soltaba alguna de esas ingeniosas y petulantes frases de cojo resentido. Pocas series de calidad salvaría hoy en día, y todo porque han sabido sacarle partido a un determinado género, o simplemente se ha renovado en lo que a ello respecta. Pequeñas piezas como Modern Family o Walking dead, son un ejemplo de ello: ambas, con temáticas muy corrientes. En Modern Family han sabido captar un abundante público por mostrarnos el género de comedia con salpicaduras y sutiles técnicas documentales (en mi opinión, estupendas); Walking dead por renovar el género zombie muy pocas veces visto en televisión, Mad men por recrear una época de una forma tan maravillosa tomando el mundo de los publicistas tan poco tratado, o piezas como Los soprano, que nos acercan al máximo a la mafia italoamericana.

En definitiva se trata de adaptarse y renovar, pero en el fondo sabemos que series realmente buenas, hay pocas. Podrán basarse en libros, best-sellers, novelas... pero las ideas realmente originales son las que finalmente acaban cautivando al público. ¿Problema? Mucha oferta, mucha demanda y a grandes rasgos, poca calidad y mucho marketing.

Yo por ejemplo, voy a ver Crónicas Vampíricas cuando llegue a casa.

Por muy malas que sean... es un vicio y lo sabemos.