miércoles, 7 de septiembre de 2011

Super 8: Oda al frikismo

No hablaremos de la abundancia de películas de super héroes estrenadas este verano. Hablaremos de la escasez de películas como Super 8 estrenadas este verano, que viene a ser lo mismo.

Acostumbrados al destripe de una película tras visualizar el supuesto commercial, Super 8 no dejaba verse al completo y mantuvo un interesante misterio apadrinada (con una visión claramente comercial) bajo los nombres de su director J.J Abrahams y su padrino de honor Steven Spielberg; les faltó decir: "atención freaks del universo". Recordamos que es el primer proyecto cinematográfico del ya consolidado en televisión J.J Abrams (Perdidos y Fringe).

Contextualizada en un correcto 1985, si bien Super 8 hace las delicias de cualquier amante del género a nivel visual, colea en lo que respecta al hilo argumental: demasiadas presentaciones para un desenlace evidente. Sin embargo, pese a un guión un poco prefabricado, nos deja claro que son los niños los que tienen el control de la situación y a los que por tanto, el espectador dirige toda su atención produciendo una carcajada tras otra e incluso llevarles hasta las lágrimas. Deliciosa combinación de efectos visuales, (en alguna ocasión demasiado preparados que hacen sospechar acerca de los pocos arañazos de los actores), música que acompaña en todo momento, y un monstruito que nos sale vergonzoso (no dejó de recordarme a Monstruoso), y que resulta que es malo por nuestra culpa.

Sospechoso: niños, extraterrestres con corazón, naves espaciales, años ochenta, final feliz y un mensaje claro. Eso es, aunque el propio director ha revelado que es una oda a E.T, una de las obras maestras de su productor, la intención es buena pero carente de lo que llamo "la magia Spielberg". Sin embargo, le concedo puntos extra a Abrams al utilizar con una gran maestría el recurso de la cámara Super 8 y regalarnos momentos tan maravillosos como el proyecto audiovisual de los chavales que se va realizando a lo largo del film (¿el cine dentro del cine?) y cuyo resultado se proyecta junto con los créditos para hacernos reír hasta el último momento.

Atención, los niños toman el cine... y son muy freaks.
Os dejo el delicioso momento final de esa historia de zombies.